21.1.08

Las manos ocultas

En las manos frías, sudorosas
había miedo y resignación.

El asombro había sido pasado,
olvidado fácilmente.

Había sido asesino y ahora era cobarde
y febril vergonzoso

Esas manos frías, de ultratumba
lo remitían una y otra vez en la escena truculenta.

Esas manos...
¿qué haría con ellas?


Siguió caminando, extraviado,
con las manos ahora metidas en los bolsillos.

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